Bonjour Paris

Si, hace unos días estuve en la ciudad de la luz, Paris. Antes de los apuntes cervecero-gastronómicos, cuatro cosicas por si os animáis a visitar la capital francesa:

Si no os sentís cómodos en sitios muy turísticos, mejor buscad otro lugar para visitar.
Ante la cantidad de turistas, mejor sacar entradas por internet; os ahorraréis un montón de tiempo en colas y más colas.
Hay visitas obligadas, por supuesto… pero algunas de ellas (como la del Louvre o el palacio de Versalles) pueden hacerse insufribles. Yo disfruté muuuucho más en el Centro Pompidou, sin duda.
Para moverte bus y metro, pillando pack de 10 tickets.
En caso de necesidad, también podéis echar mano de aplicaciones como Uber.
Si viajas (como hice yo) en según qué compañías aéreas puedes llegar al aeropuerto de Paris-Beauvais… lo de Paris es un decir, ¡porque está a más de 80 kms de la ciudad! ; el bus que te lleva hasta Porte Maillot (junto al palacio de congresos) te costará 17€ y tardará una hora y cuarto en llegar a su destino.

Y después de los apuntes turísticos, la parte gastronómica:

Siguiendo las recomendaciones de amistades cerveceras, me pasé por un par de locales cerveceros a disfrutar de cervezas francesas:

Hoppy Corner

y La Fine Mousse. Más que recomendables.

También me acerqué a comer por Le Petit Boileau, a disfrutar de la cocina de Christophe Chabanel. Servicio amable y efectivo, comida rica y a precio muy competitivo. Además, que el cocinero te comente los platos del día es un detalle.
No tomé postre, porque al lado del restaurante está la pastelería L’Artisan… baba al ron, éclair… tremendo, sin duda.
En Versalles callejeando acabé en Maison Hervet, panadería en la que pude probar sus croissants y éclairs (que me gustaron mucho) y uno de sus panes, con frutos secos y frutas confitadas… una locura.
Al ladito de mi apartamento (en Clichy) Posto 9, restaurante brasileño recomendable.