Otro de los lugares que recomiendo visitar en São Paulo es el barrio de Liberdade, un enclave que ocupa la amplia colonia llegada de Japón y que está impregnado de su cultura.
Y dentro de esa cultura, cómo no, se incluye la gastronomía. Y sus restaurantes de lamen.
RESTAURANTE ASKA
Llegamos temprano (sobre las 12) a este local… ¡y ya estaba lleno! Esperamos unos minutos, pero mereció la pena, sin duda. Buena comida a un precio más que atractivo. Hablando del precio, apuntar que en este restaurante solo aceptan efectivo, así que mejor que os aseguréis de que lleváis antes de entrar. Vuestras tarjetas no os servirán de nada.
La comunidad judía tiene una presencia amplia en el barrio en el que nos alojábamos, Higienopolis, así que nos acercamos a uno de los restaurantes kosher que hay en él, Pinati.
RESTAURANTE PINATI
Este restaurante, que regenta la familia Berlovich, tiene una carta con numerosos platos de la cocina israelí, bocadillos, hamburguesas…nosotros tomamos un par de sus especialidades, Falafel y Shawarma; de sus falafel se rumorea que son los mejores de Brasil. Yo sólo os diré que son deliciosos y os animo a acercaros a probarlos. Los acompañamos de un zumo de naranja y zanahoria recién hecho.
Comida rica a muy buen precio y un trato exquisito.
Restaurantes, restaurantes y más restaurantes; puede que penséis que es raro que no me acercara a ningún local de cerveza artesana… pues si, sería muy raro que habiendo estado 15 días en São Paulo no hubiera visitado ni uno. Así que me pasé por un par de ellos… ¡y por una feria de cerveza!
CÃO VÉIO
Situado en Pinheiros, éste local cuenta con variedad de cerveza y una carta de hamburguesas tremenda. Todas bautizadas con nombre de razas de perros… y de algunos perros famosos. Ricas y con guarniciones generosas.
GEEK´S BEER
Tras cenar en Cão Véio nos acercamos a Geek´s Beer, a tomar alguna cervecita más. Trato muy amable y una amplia oferta con la cerveza artesanal brasileña como (única) protagonista. Local recomendable.
Además de visitar estos dos locales me acerqué un sábado (lluvioso) al Memorial de América Latina, a tomar unas cervezas en la feria que allí tenía lugar.
Probé unas cuantas, pero lo que más me sorprendió fue la parada de churros que ofrecía sus productos a los visitantes… ¡rellenos y cubiertos con numerosas salsas!
Que buena pinta tiene todo.