Y después de los apuntes generales del primer post sobre São Paulo, pasemos a las cosas serias:
Aprovechamos que el primer día de estancia en la ciudad era domingo para pasear por la Avenida Paulista, que ese día de la semana está cerrada al tráfico. Pasearéis por la principal arteria de la ciudad entre conciertos, actuaciones, paradas de artesanía, alimentación…
…yo aproveché el paseo para disfrutar de algunas delicias, como beber un poco de agua de coco, un (delicioso) pastel de feira (en este caso relleno de palmito) o uno de los dulces más típicos de la gastronomía brasileña, el brigadeiro.
JAPAN HOUSE
Ubicada en plena Avenida Paulista, este centro cultural es un proyecto del gobierno japonés para dar a conocer el Japón contemporáneo en Brasil, y fue diseñado por el arquitecto Kengo Kuma.
Y, cómo no, cuenta con un restaurante. Y sí, visité éste local capitaneado por Junji Sakamoto.
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Platos deliciosos a un precio más que razonable.
Os recomendaría no hacer el postre en el restaurante y bajar a la cafetería de la primera planta a tomar un café y disfrutar de uno de los pastelitos que tienen allí.
El nivel tras la visita a Japan House era alto, muy alto, sí… pero seguimos manteniéndolo con la siguiente visita, el Restaurante Micaela.
RESTAURANTE MICAELA
Fuimos a este restaurante ubicado en la zona de Jardins por recomendación de Carla Palmieri, periodista gastronómica paulista que lleva Giros Gourmet, página que os ayudará a conocer la actualidad gastronómica de la ciudad.
Ella nos presentó a Fábio Vieira, cocinero que actualiza la comida clásica brasileña. Probamos unas cuantas cosillas:
Biscoitão mineiro com carne de sol, Cuzcus de galinha, Galinhada, Risoto de Tucupí com costelinha de tambaqui y Fideos de comitiva.
En los postres, más festival:
Crema catalã com paçoca de castanha de pará, Manjar branco de cupuaçu com calda de rapadura e cumarú y Bolo gelado de coco queimado com caramelo quente de chocolate branco com puxuri.
Durante la (deliciosa) cena Carla nos recomendó otro local para visitar, A Casa do Porco Bar. Así que, como supondréis mis avispados lectores, visitamos ese restaurante al día siguiente.
A CASA DO PORCO BAR
Vegetarianos, no. Un local cuyos platos tienen como base el cerdo no son el lugar más indicado para ser visitado por este colectivo, la verdad.Llegamos al local y estaba lleno, así que tuvimos que esperar un buen rato. Pero hay que reconocer que la espera con la “Ipa de la casa¨ se hizo más llevadera.
Una vez sentados nos pedimos el menú degustación (acompañado de cerveza) y nos dedicamos a disfrutar.
Después del (más que abundante) menú degustación hicimos un hueco para los postres:
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