El domingo pasado compartí almuerzo en Ca l´Esteve con amigos blogueros. El menú se componía de pies de cerdo, butifarra negra, madejas con habitas y croquetas de callos… a estas alturas, momento “vérité”: debo confesaros que, desde mi infancia, arrastro un trauma con los callos.
Sí, en casa tenían la “divertida” costumbre de hervirlos e impregnar tooooooooooda la casa con el “fabuloso” aroma que desprendían. Acabé odiándolos, pero mucho, mucho, mucho…
Hecho este inciso imaginad que cuando vi el menú me asaltaron las dudas, pero decidí ir y enfrentarme a los callos… ¡cara a cara! Después de probar las croquetas de Xesco Bueno, tengo que reconocer que me vino a la cabeza la escena de la conversión de San Pablo, y vi en Ca l´Esteve mi particular Camino a Damasco.
Aquí tenéis los platos de los que disfrutamos:
Pies de cerdo…
…butifarra negra…
…arroz con pies de cerdo…
…madejas con habitas…
…croquetas de callos…
… y como acompañamiento unas “mongetes”.
Acabamos el almuerzo con un (delicioso) pastel de chocolate.
Que el marrano te bendiga, converso!!!!
Impressionant!! Quin esmorzar, ostres!! Això serveix per superar tots els traumes, eh? Callos o no, tot sembla boníssim!!! Ptons
Quin greu no haver pogut venir Aixxxxx !
Una abraçada
Aaaixxxxx…
Brutal!!! 😀